
Septiembre 22, 2013
Hay diversas razones por las que la gente no se compromete.
La más frecuente es la flojera: preferimos pasarla bien a comprometernos con algo, aunque sea algo interesante.
Otra razón para no comprometernos es el miedo; temor a cosas como la pérdida de autonomía, al fracaso, a la crítica, a las represalias.
Y entonces, por no comprometernos, no hacemos las cosas. Pero, si no te arriesgas, nunca sabrás lo que hubieras podido lograr.